sábado, diciembre 29, 2012

Apuntes para un lagrimón

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Allá por 1990 Luis Alberto nos invitó a su hermano Gustavo y a mí  a comer un pulpo que él mismo iba a cocinar en su casa de la Av. Elcano, donde vivía en aquel entonces con su familia. Juntos compramos unos vinos y en el camino de vuelta quedamos de acuerdo en que la salsa para acompañar al cefalópodo  la a preparaba yo.
Piqué ajo, cebolla, perejil, algún morrón, puse la sartén sobre  un tenue fuego, le eché una dosis de aceite y sin esperar que calentara mandé la cebolla. Luis, que estaba en la cocina adobando al pulpo echó una relojeada a mi actitud y me espeta, incrédulo:
No esperaste que calentara el aceite
No tiene ninguna importancia, le respondí,  la cebolla no necesita que el aceite este caliente y entramos en una discusión acalorada que declinó cuando arteramente le dije que ese procedimiento era creación Francis Mallman, (cocinero que él adoraba, a punto tal de querer componerle una canción)
Después de comer y beber con pasión cristiana, nos sentamos
en otra mesa a tomar café y Luis nos hace escuchar algunas canciones del
todavía inédito Pelusón of milk. Cuando aparece el tema “Bomba azul” una frase
me conmueve hasta hacerme saltar un lagrimón  “Pasará al edén como las
palabras,  bomba azul, con su dentellada
herida y su inspiración". El flaco, como en la cocina, detecta
la situación, me mira y con su voz mas deforme comenta  “es por culpa de esa cebolla mal frita”

domingo, diciembre 23, 2012

Vatapá

La noche nunca envejece
Muestra son los silencios
De la voz que habla
Siempre la excusa es la poesía
Y a través de ella
Atravesar todo lo que incluye
Todo lo que atesora
 

Yo apenas quiero
Que la voz del que habla se manifieste
Sin otro amparo que el de su propia ley
O sea
Su propia propagación

Pulso a pulso
La letra griega
Rebobina la hélice
Mide no se que carajo
Se fuma un cogñac

Mientras el espectro de la luz
Atraviesa un prisma
Y hambriento de sombras
Sus ondas
Se aparean con el alba

No se, no lo puedo probar
Nadie prueba este manjar
Y sin embargo no paramos de digerirlo

Río de Janeiro

Apenas hay amor y más amor en esta quillaPena de sabor lusitano
Vatapá.