sábado, diciembre 18, 2010

puente Deleuze

Un cabecita negra estudia latín vomitando azucar y barras de azufre mas allá de las
esquinas de Leblón, Beirut o Soldatti.
Son defensas subterráneas del hongo de la noche rebobinando alambres
de un cerco perimetral.
El astrolabio inútil, nunca inmóvil, contiene el final de la fuga
adquiriendo forma humana.
Como pago del hospedaje hará pan sin sal y fermentará en tu vientre la cintura cósmica del bruto sur.
Del umbral será siempre la piedra
y de la piedra será siempre la luz.